La hija de Byron, el primer software

Ada Lovelace, 1815-1852, era la única hija legítima del poeta romántico Lord Byron y de Anne Isabella Noel Byron, una mujer apasionada por las matemática y activista política y social, en contra de la esclavitud. El matrimonio de sus padres fue una historia turbulenta: el poeta era conocido por sus escarceos amorosos. A pesar de su éxito como escritor, pasaron graves apuros económicos, por la obsesión del lord de comprar sin límites y a que los padres de Annabella no la enviaban la dote prometida. Su madre, harta de su marido, al año de casados, se escapó con su hija mientras Byron dormía. Ada tan solo contaba con 2 meses de edad. Su madre consiguió la custodia de su hija e impidió que conociera a su padre, aunque siempre mantuvieron una estrecha relación por carta hasta el día de su muerte. Se instalaron en una casa que tenían sus padres en Seaham, Durham. En su infancia, fue una niña enfermiza, padeció de muchas infecciones infantiles y le dolía la cabeza con frecuencia. A los siete años contrajo una grave enfermedad, que la mantuvo postrada en cama durante meses, y a los catorce, quedó paralítica de las piernas al contraer sarampión, tiempo que dedicó al estudio y a la lectura. Gracias a su posición social y a su educación, en su entorno familiar era bastante frecuente la presencia de científicos importantes, como Mary Somerville, que fue su tutora por un tiempo, además de amiga personal.​ Ada Byron se refería a sí misma como una científica poetisa y como analista y metafísica.

Ada Lovelace

A los 17 años fue presentada en sociedad y en una conferencia  coincide con Charles Babbage, matemático inglés y científico que diseñó la máquina analítica, un artefacto mecánico diseñado para el cálculo que, por primera vez, almacenaba en una memoria, una serie codificada de instrucciones, (lo que hoy se entiende por programa). Intentó construirla varias veces, pero sin éxito, acabó por desistir. Funcionaría con un motor a vapor y habría tenido 30 m de largo por 10 de ancho. Para la entrada de datos y programas tenía pensado utilizar tarjetas perforadas, principio de los ordenadores actuales. (Parte de su cerebro se conserva en formol y se exhibe en el Royal College of Surgeons of England, de Londres). Babbage queda impresionado por la inteligencia y los conocimientos de la joven desde su primer encuentro y con el tiempo se convierten en amigos, trabajan juntos, e incluso se dice que llegan a ser amantes. Ada expresa con claridad las tres funciones que podía cumplir el invento de Babbage: procesar fórmulas matemáticas expresadas con símbolos, hacer cálculos numéricos (su objetivo primordial) y dar resultados algebraicos en notación literal.

Telar de Jacquard

Por aquellos tiempos en Inglaterra se hizo famoso, el telar de seda de Joseph Marie Jacquard, del cual ella estaba totalmente prendada, le maravillaba. Esta máquina utilizaba tarjetas perforadas para conseguir tejer patrones en la tela, permitiendo que hasta los usuarios más inexpertos pudieran elaborar complejos diseños. Producía el movimiento independiente de los hilos de urdimbre para conseguir el dibujo deseado. Cada tarjeta perforada correspondía a una línea de diseño, y su colocación junto con otras tarjetas determinaba el patrón con el que el telar tejería. Observando el telar se le ocurrió una idea brillante: construir un telar de Jacquard aplicado a los números. Para Ada: la máquina analítica y el telar de Jacquard vienen a hacer lo mismo: «Puede decirse que la primera teje dibujos algebraicos, del mismo modo que el telar de Jacquard teje flores y hojas».

Ada conoció a William, lord King. El aristócrata era de una familia muy influyente desde el punto de vista político, social, intelectual y religioso. Poseía varias propiedades importantes, así que lady Byron aprobó su relación. En 1835 se casó con William, más tarde Conde de Lovelace y se convertiría entonces en Condesa de Lovelace. A partir de ese momento, Ada siempre firmaría como Ada Lovelace.  Su marido 11 años mayor que ella y, por supuesto, menos inteligente, siempre la apoyó para que no perdiera contacto con las matemáticas. Tuvieron cuatro hijos, (aunque la hija menor se cree que pudiera ser hija de Sir David Brewster).

Su madre se encargó de buscarla un profesor muy conocido, matemático y lógico Augustus de Morgan que fue de gran ayuda para Ada. De Morgan durante sus clases informó a lady Byron de que su hija no se contentaba con aprender las lecciones como cualquier dama, sus preguntas iban mucho más allá de lo que trataban en las clases y él no quería fomentar esa actitud. Él pensaba (como casi toda la sociedad en esos tiempos) que las mujeres no estaban hechas para estudiar los fundamentos de las matemáticas ni de otras ciencias, las preguntas de Ada, según él, eran impropias de una mujer, en definitiva, le inquietaba que su alumna pensase como un hombre.

Máquina Analítica

En 1842, el matemático italiano Luigi Menabrea, Senador del reino de Italia, profesor de mecánica y construcción, quien se había encontrado con Babbage durante un viaje de éste por Italia, escribió una descripción de su máquina en francés: “la Máquina analítica de Charles Babbage” y fue traducida al inglés y anotada de forma extensa por Ada, quien ya se había interesado por ella años antes. Con la traducción de este texto pretendía dos objetivos: dar a conocer el valioso trabajo de su amigo y cumplir con su sueño de alcanzar una vida intelectual que la elevase por encima de la maternidad y del matrimonio, de las exigencias normales esperadas en aquellos tiempos para una mujer. Finalmente llamó a su trabajo Notas, que consistían en su propio estudio sobre la máquina analítica y como anexo, la traducción del artículo. Ada se dio cuenta de las aplicaciones prácticas de la máquina analítica y llegó incluso a vislumbrar la posibilidad de digitalizar la música con cedés y sintetizadores. En una de las notas escribió: «Supongamos, por ejemplo, que las relaciones fundamentales entre los sonidos, en el arte de la armonía, fueran susceptibles de tales expresiones y adaptaciones: la máquina podría componer piezas musicales todo lo largas y complejas que se quisiera».

Las Notas fueron etiquetadas alfabéticamente de la A, a la G.  Describe con detalle las operaciones mediante las cuales las tarjetas perforadas «tejerían» una secuencia de números en la máquina analítica. Este código está considerado como el primer algoritmo específicamente diseñado para ser ejecutado por un ordenador, aunque nunca fue probado ya que la máquina nunca llegó a construirse.

Las Notas de Ada se publicaron en la revista Scientific Memoirs en septiembre de 1843, con el título de: «Sketch of the analytical engine invented by Charles Babbage». Para evitar la censura de la época por ser mujer, Ada siempre firmó sus trabajos con sus iniciales (A.A.L.). Su gran trabajo quedó en tan solo un segundo plano: como transcriptora de las notas de Babbage. La máquina analítica fue prácticamente olvidada, salvo por algunos científicos, como Leonardo Torres y Quevedo.

Por desgracia los problemas de salud la acompañarían durante toda su corta vida. Sus últimos años, al igual que su padre, se sucederían las crisis nerviosas, las deudas y los escándalos amorosos. Para soportar los dolores provocados por su mala salud, comienza a tomar drogas y alcohol que poco a poco la iban conduciendo a un pozo sin fondo. Aunque consigue dejar dichas adicciones cae en otra nueva; las apuestas. Junto con algunos amigos intentan crear un modelo matemático que les ayudara a ganar grandes apuestas en las carreras de caballos. El intento fue un absoluto fracaso,  y además fue víctima de chantaje (de informar a su marido de su infidelidad), cosa que finalmente se vio forzada a confesarle y que la terminó por arruinar. Ada fallece víctima de un cáncer uterino. Fue enterrada, a petición suya, junto a su padre que también murió a los 36 años, en la parroquia del pueblo de Hucknall Torkard, en Nottinghamshire, cerca de la abadía de Newstead.

La máquina de Babbage, probablemente habría sido una realidad mucho antes, de no haber sido por la muerte prematura de Lady Lovelace. Su condición femenina no la benefició en nada y los científicos nunca se la tomaron en serio. Tuvieron que pasar cien años después de su muerte, para que las notas de Ada fueran publicadas bajo su nombre real, y las Notas de Ada fueran consideradas como una descripción de su software. Así que a ella se la reconoce como la primera programadora de la historia, la primera persona en describir un lenguaje de programación de carácter general. Es la madre de la programación informática. Se la atribuye la creación del bucle o subrutina y el primer lenguaje de programación.

Siendo muchas las mujeres que han realizado grandes aportaciones al mundo de la informática, solo Ada cuenta con un lenguaje de programación que lleve su nombre. En 1979 el Departamento de Defensa de los Estados Unidos creó un lenguaje de programación basado en Pascal en honor a Lady Lovelace llamado ADA. Fue el primer reconocimiento a su labor tras su muerte. En la Escuela Politécnica Superior de la UAM,  de Ingeniería Informática y de Ingeniería de Tecnologías y Servicios de Telecomunicación, recibe el nombre de Ada Lovelace. Así mismo, en la Universidad de Zaragoza se encuentra el edificio Ada Byron, en el que se imparten las mismas titulaciones.

Lady Lovelace considerada como la primera mujer en el mundo de los ordenadores, la encantadora de números, ocupa un espacio sensible en el cuadro de figuras históricas y nos recuerda que las mujeres y la informática siempre han mantenido una estrecha relación desde un principio, desempeñando un rol decisivo y no una mera presencia testimonial. Por todo esto, en la actualidad, a menudo se la considera estandarte del ciberfeminismo.

“Esta máquina puede hacer cualquier cosa que sepamos cómo ordenarle que la ejecute…” Ada Lovelace.