La conquista del Oeste: «Santiago y a ellos»

Los Dragones de Cuera, fueron los encargados de mantener durante siglos la extensa frontera de Norteamérica. Establecieron rutas de comunicación entre Méjico y California, o entre Florida y Texas. Pero su control se extendió más allá de las praderas del medio oeste y a territorios tan septentrionales como Canadá y Alaska, donde el Imperio español fijó frontera con Rusia. Cientos de años antes que lo hiciera la caballería americana, los dragones de cuera tuvieron que enfrentarse a las tribus indias: Apaches, Comanches, Siouxs, Navajos, Utes, Wichitas, Yumas y  Pawnnees, y constituyeron la primera caballería española establecida en los Presidios o fuertes, desde donde protegieron la vasta frontera norteamericana.

Dragones de Cuera

Los Dragones de Cuera, llamados también Soldado de Cuera, o Soldado Presidial,  su nombre viene dado por las protecciones con las que estaban equipados, o por ser los presidios equivalentes a los llamados fuertes americanos. Se crearon a finales del siglo XVI y eran los encargados de mantener la soberanía española en la frontera de Nueva España. Resulta casi increíble, cómo, una cantidad tan pequeña de soldados, pudo mantener y ampliar las fronteras durante más de 300 años Sus cargas a caballo o con lanza eran temidas. Frenaron a los indígenas del norte y a las potencias europeas que trataban de instalarse en zonas limítrofes. Una frontera escalonada de más de 6.000 Km.

Durante los primeros cien años desde su creación, cada compañía de caballería osciló entre los 14 dragones, hasta un máximo de entre 100/200 soldados, más algunos exploradores indígenas, aunque era inusual encontrar a toda una compañía completa en el fuerte. Una vez que recibían la notificación de algún ataque, ocho o diez Soldados de Cuera echaban mano de alguno de sus seis caballos y montaban a máxima velocidad en persecución de los asaltantes. Si era necesario y posible, también se reclutaba a los indios aliados, pero la única esperanza de atrapar a los asaltantes era montar rápidamente y salir en su búsqueda, sin tiempo que perder. Cuando un caballo se agotaba, cambiaban la silla y seguían cabalgando. Así se perdieron muchos caballos en largas jornadas de persecución, reventados o abandonados a su suerte. Finalmente, o los indios lograban alejarse lo suficiente y escapaban internándose en las montañas, o resultaban atrapados y vencidos por los dragones. Los territorios de la frontera Norte de Nueva España eran muy variados, alternando montañas y valles profundos con durísimos desiertos; enormes llanuras con pantanos y ríos enormes; habitados además por tribus indias nómadas, en general muy hostiles. También se ocupaban de explorar el territorio y de establecer nuevas Misiones. Escoltaban y protegían las caravanas de suministros, llevaban el correo y los despachos oficiales, y realizaban en general cualquier otra función que les fuese asignada.

Los requisitos para el alistamiento era: haber cumplido dieciséis años, medir más de metro y medio, estar sano,  ser católico y estar «libre de pecado». Todos eran voluntarios y se enrolaban por un tiempo de 10 años. Los oficiales eran españoles, o de otros lugares del Imperio español. El 50% de estos soldados habían nacido en Nueva España y por tanto ya estaban adaptados a la dureza del terreno, el 37% era mestizo, mulato, o coyote y el resto, de procedencia india. Su grito de guerra al empezar el combate era  “Santiago, y a ellos.

La cuera, era, una especie de armadura, un abrigo largo de piel hecha con duros cueros de animales, de varias capas de cuero, hasta siete capas, capaz de parar una flecha india. Podía llegar a pesar hasta 10 kilos, pero a cambio, garantizaba una mayor protección en los combates. A pesar de su excesivo peso, que reducía la movilidad en el combate, suponía una mejora indiscutible sobre las armaduras, que, además de ser pesadas, eran poco prácticas para aquél clima.Al principio cubría también las piernas, no tenía mangas y era muy resistente. Inicialmente lo llevaban solo los oficiales después se incorporó como vestimenta propia de la tropa. Con el tiempo fue pasando a un modelo más ligero que solo cubría el torso a modo de coraza. Por la misma razón, el casco de acero se sustituyó por un sombrero duro de cuero. Protegía casi tanto como el casco de las flechas indias, y servía para protegerse del calor o del frío intenso. El uniforme se completaba con unos pantalones también de cuero, para protegerse las piernas.

Sus armas: lanza, adarga escudo ovalado de piel, espada e incluso algunos llevaban arcos y flechas al igual que los indios. Las banderas que utilizaban, al igual que la adarga, llevaban generalmente los cuarteles de Castilla o la Cruz de San Andrés. Para la lucha a distancia, usaban pistola y carabina. Los mosquetes, eran complicados y lentos de recargar, por lo que el soldado quedaba indefenso durante demasiados minutos ante el enemigo y era fácil llegar a la lucha cuerpo a cuerpo. La pica o lanza, acompañada con la espada, eran muy eficaces frente a estos casos para defenderse de los indios.

Además, el soldado de cuera debía contar con 6 caballos, un potro y una mula, debido a los inmensos territorios que debían controlar, para turnarse y dejar que descansasen. Capaces de realizar largas persecuciones, por terrenos desérticos y muy difíciles, muchos caballos reventaban.

Los Presidios fueron tomando cada vez un carácter mas estratégico, ya no solamente se limitaban a ser una defensa contra los indios que asaltaban periódicamente las poblaciones y los caminos, sino que marcaban el territorio y lo protegían de las incursiones de los rusos desde el Noroeste y de los franceses y anglos desde el Este. A principios del siglo XVIII, los comanches emprendieron una migración hacia el sur con una agresividad tal, que obligó a reforzar las guarniciones. Uno de los motivos principales fue la gran necesidad que tenían de conseguir caballos, que los españoles tenían en gran número.

Cuerno Verde

Su historia estuvo jalonada de éxitos, aunque también supieron morir con las botas puestas en su única derrota importante, en Nebraska, sucumbieron ante una masa de cientos de guerreros pawnes, ayudados por los franceses. Con la victoria española del jefe indio Cuerno verde, el resto de las tribus se amedrentaron facilitando la paz con las tribus indias. El curioso tocado de Cuerno Verde fue enviado como trofeo al rey de España, que posteriormente lo regaló al Papa, estando hoy depositado en los Museos Vaticanos.

A finales del siglo XVIII, empieza a ponerse en desuso la cuera, y con la mejora de las armas de fuego, se crean unidades más ligeras. Esta unidad especial de caballería existió hasta el año 1821.

El cuadro de Gálvez en el Capitolio

El Virrey de Nueva España, Bernardo de Gálvez, al mando de estos bravos soldados, en 1785 distinguió a los Dragones de cuera como fuerzas de elite, frente al resto de las tropas virreinales. En el 2014 se rindió homenaje a Bernardo de Gálvez y Madrid, conde de Gálvez y vizconde de Galvestón, colgando su retrato en el Capitolio; «el hombre que ayudó a nacer al país, el militar español que fue decisivo en la victoria de las trece colonias norteamericanas frente a la metrópoli». Sin la de su participación y la de muchos otros tantos españoles, EEUU acaso no celebraría el 4 de Julio su fiesta nacional, su Independence Day.