Alan Turing, la manzana de Apple

No se sabe a ciencia cierta en qué se inspiró Steve Jobs, cuando eligió la famosa manzana mordida como logotipo de su empresa. El diseño en un principio, hacía una clara referencia a Isaac Newton. En la imagen, el físico aparecía bajo un árbol de manzanas, pero este logotipo no le convenció. Otros motivos que se han sugerido es que, podría hacer honor a la discográfica de Los Beatles, Apple records, o a la Gran Manzana, símbolo de Nueva York. También se habla de la similitud de la palabra byte, con bite, (morder).  Una de las interpretaciones más extendidas es que el símbolo de la manzana mordida, estaría relacionada con el gran matemático Alan Turing. En más de una ocasión Steve Jobs manifestó su gran admiración hacia este genio, cuya vida, ha sido casi más conocida por sus extraños avatares, y su trágico final.

Evolución del logo de Apple

Alan Turing

Alan Turing, 1912-1954, británico matemático, considerado uno de los padres de la informática moderna, el primer hombre que diseñó un computador automático, pionero de la computación, la cibernética, la biología matemática, y la inteligencia artificial, que intentó crear un lenguaje universal para las computadoras, fue concebido en la India británica. Su padre Julius, un alto funcionario de la Corona en la India y su esposa Ethel querían que su hijo naciera en Inglaterra. Alan pasó gran parte de su infancia en la India. Brillante desde niño, su profesora, cuando tan solo tenía seis años, pronto se percató de su genialidad, sus ansias de conocimiento y experimentación. A los ocho años, atraído por la química, diseñó en su casa un pequeño laboratorio.  Aprendió a leer él solo en tan solo tres semanas, muy aficionado a los números, los crucigramas y los rompecabezas, su vida estuvo salpicada de llamativos acontecimientos. Con catorce años, ingresó en el internado de Sherborne en Dorset. La homofilia de Alan Turing comenzó de adolescente en el internado, una institución que favoreció la proliferación de gais entre las clases dirigentes británicas, que consideraban obligatorio enviar a sus hijos a severos colegios privados de élite. Su primer día de clase coincidió con una huelga general en Inglaterra, pero tenía tantas ganas de acudir, que recorrió 96 km en bici, teniendo que pasar la noche en una posada. Tal hazaña le valió aparecer en la prensa local. Además de científico, fue un gran atleta, de rango casi olímpico. Turing participó en varios maratones con excelentes resultados. En el internado conoció a Christopher Morcom, un chico un poco mayor que él, también un privilegiado para las matemáticas, pronto se hicieron amigos y no tardó en convertirse en su primer amor, un amor secreto. Perdió a su amigo por una tuberculosis bovina por beber leche de una vaca infectada. Su muerte repentina, le impactó hasta tal punto que perdió su fe religiosa y cambió su manera de pensar. A raíz de este acontecimiento, adoptó la convicción de que todos los fenómenos, incluyendo el funcionamiento del cerebro humano, deben ser materialistas, aunque siguió creyendo en la supervivencia del espíritu después de la muerte. Todas estas reflexiones le llevaron hacia el estudio de la inteligencia artificial. En cuanto a su personalidad, se dice que era algo tímido con un leve tartamudeo, pero con un gran sentido del humor. Debido a su falta de voluntad para esforzarse con la misma intensidad en el estudio de los clásicos, Turing suspendió sus exámenes finales varias veces y tuvo que ingresar en la escuela universitaria de Cambridge, que eligió en segundo lugar,  convirtiéndose en profesor del King’s College con 22 años.

Old Data Center

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, gracias a su prestigio académico, fue contratado por la Inteligencia Británica, en la instalación militar Bletchey Park, con el objetivo de descifrar los códigos alemanes. Consiguió romper los códigos de la máquina Enigma y de los codificadores de teletipos FISH. Sus estudios del sistema FISH ayudarían al desarrollo posterior de la primera computadora programable electrónica digital llamada Colossus. Así mismo diseñó la bombe, una máquina electromecánica que se utilizaba para eliminar una gran cantidad de posibles claves enigma. Para cada combinación, habría una cadena de deducciones lógicas y se podría detectar una posible contradicción y desecharla.

La Bombe

La bombe de Turing, fue la herramienta principal que usaban los criptógrafos aliados para leer las transmisiones Enigma. Con esta información los aliados podían anticiparse a los ataques y movimientos militares nazis. El crackeo del código «irrompible» nazi, consiguió desbloquear el código utilizado por los submarinos alemanes en el Atlántico, ayudando a poner fin a la guerra y a salvar miles de vidas. Recibió por ello la Orden del Imperio Británico, lo que le convertía en héroe de guerra. Introdujo el concepto de hipercomputación, en el que ampliaba las máquinas de Turing con las llamadas máquinas oracle, las cuales permitían el estudio de los problemas para los que no existe una solución algorítmica.

Empezó a diseñar un programa de ajedrez para un ordenador que aún no existía, pero a falta de potencia del ordenador no se pudo ejecutar el programa.

Pero su vida se trastocó totalmente en 1952, a consecuencia de un robo en su domicilio. Turing había recogido a un chico de 19 años en la víspera de Navidad y lo había llevado a su casa, pero un amigo del muchacho entró a robar. Él acudió con total naturalidad a la policía, para poner una denuncia, pero en cuanto los agentes olieron que allí había una relación homosexual, convirtieron a Turing de víctima de un delito, en delincuente y fue procesado y condenado por el delito de “práctica de gran indecencia entre hombres”, es decir, por homosexualidad. Convencido de que no tenía de qué disculparse, no se defendió de los cargos y fue condenado. Según su proceso judicial, se le dio la opción de ir a prisión o de someterse a castración química mediante un tratamiento hormonal de reducción de la libido. Tuvo que escoger entre lo que le pareció el mal menor, y durante un año soportó un brutal tratamiento de inyecciones de un estrógeno sintético que le produjeron importantes alteraciones físicas, obesidad, crecimiento de los pechos y disfunción eréctil. Aparte de estos trastornos, fue despedido de su puesto de trabajo. Le imputaron los cargos de “indecencia grave y perversión sexual”. En esa época en el Reino Unido, la homosexualidad, al igual que 50 años antes sucedió con Oscar Wilde, era considerada un delito grave, y de hecho, en el Reino Unido hasta 1967 era ilegal.

Los últimos años de su vida fueron amargos y reservados. En una carta que envió a su amigo, el famoso matemático Norman Routledge, queda plasmado su desfallecimiento en forma de un falso silogismo:

– “Turing cree que las máquinas piensan.

–  Turing yace con hombres.

–  Luego las máquinas no piensan”.

Dos años después del juicio, en 1954, se suicidó. Falleció por envenenamiento con cianuro, inyectó cianuro en una manzana, se echó en su cama y mordió el fruto letal, aparentemente tras comerse una manzana envenenada que no llegó a ingerir completamente, sino que tan solo dio un mordisco. Algunas personas pensaron que su muerte fue intencionada, aunque su madre intentó negar que fuera un suicidio, y lo achacó más bien a una ingestión accidental provocada por la falta de precauciones de Turing en el almacenamiento de sustancias químicas de su laboratorio. Esta muerte, no esclarecida, ha dado lugar a diversas hipótesis incluída la del asesinato. Sus biógrafos cuentan que le fascinaba una escena de Blancanieves y los siete enanitos, la primera película de dibujos animados de Disney, y que decidió recrear esa escena para despedirse de la vida. La manzana es la fruta más significativa de nuestra cultura. Es el fruto prohibido que encierra la sabiduría del pecado original de Adán y Eva, es la manzana de la discordia de Éride, diciendo: “para la más bella”, provocando la Guerra de Troya, y manzanas de oro daba el árbol del “Jardín de las Hespérides” que Hércules vino a buscar a España, que daban la inmortalidad.

Después de la guerra, el primer ministro Winston Churchill ordenó la destrucción de los ordenadores Colossus y 200 máquinas “Turing bombe” para mantenerlos fuera del alcance de la Unión Soviética. Sus trabajos fueron secretos hasta los años 70; ni siquiera sus amigos más íntimos llegaron a tener constancia.

Stephen Hawking junto con 10 eminentes científicos durante años habían hecho campaña para lograr su indulto; para: «uno de los matemáticos más brillantes de la era moderna». En el 2009, el primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, emitió un comunicado declarando sus disculpas en nombre de su gobierno por el trato que recibió Alan Turing. Sin embargo, en el 2012 el gobierno británico de David Cameron denegó el indulto al científico, aduciendo que la homosexualidad era considerada entonces un delito. Finalmente el 24 de diciembre de 2013, la reina Isabel II promulgó el edicto por el que se exoneró oficialmente al matemático, de todos los cargos.

En la actualidad, no hay una manzana más conocida que la de Apple, el gigante informático fundado por Steve Jobs. El icono de la manzana mordida, como homenaje y reivindicación a la imagen Alan Turing un genio al que la sociedad empujó al suicidio. No todos los grandes hombres y mujeres de la historia obtienen siempre el reconocimiento que se merecen. Muchos, por uno u otro motivo, quedan relegados a la sombra de otros, a pesar de sus méritos.