Las Gafas de Realidad Virtual como terapia

La realidad virtual que comenzó con montañas rusas, ha acabado por convertirse en una auténtica montaña rusa en sí misma. En una clínica de Madrid, por medio de un sistema de realidad virtual han conseguido que personas que han sufrido algún tipo de lesión logren caminar de nuevo. Es una manera de hacer que el cerebro recuerde lo que hacía antes de la lesión y que crea estar en un entorno real. Ver sus piernas, avanzar y esforzarse en imitar el movimiento. Alberto Triano, el director creativo cuenta que, el principal reto es engañar al cerebro utilizando la realidad virtual. A través de los ojos, la imagen de las gafas llega a las neuronas espejo que responden al estímulo imitando el movimiento. El cerebro envía entonces impulsos nerviosos a las piernas o a cualquier otra parte del cuerpo, obligándolo a moverse. Con esta terapia solo se pueden tratar lesiones motoras sobrevenidas por enfermedad o por accidente. Cuarenta pacientes han probado ya este método pionero bautizado como «neurovirtualidad». Es una técnica pionera de rehabilitación que emplea gafas de realidad virtual (RV) permitiendo «engañar al cerebro» y acelerar así la recuperación de pacientes con lesiones motoras para que recuperen el movimiento.

Charo Ortín, Carlos Hormigos, Pablo Espinosa

Charo Ortín aplica esta técnica en el centro madrileño FOREN (Formación y Rehabilitación Neurológica), donde asegura haber tratado «con éxito» aplicando la terapia a pacientes durante tres años, con lesiones motoras o esclerosis múltiple, con un traumatismo craneoencefálico e incluso con lesiones medulares.  Ha recibido varios premios internacionales. Ella comenta, que durante ese período «descubrió el papel clave de las neuronas espejo, así llamadas porque imitan el movimiento o la emoción de la persona que tenemos enfrente» y un ejemplo de ello es el «contagio» de los bostezos. Un paciente que ha quedado lesionado, sigue sabiendo cómo mover una mano o un pie, pero sus conexiones neuronales son débiles y por ello el mandato que envía al cerebro no obtiene resultado, ya que la plasticidad de las neuronas, es decir, su capacidad para aprender o desaprender algo, se ha vuelto negativa. Esta terapia funciona de tal manera que, cuando el paciente trata de mover su extremidad lesionada, recibe una respuesta de su terapeuta (por electroestimulación, vibración o temperatura) mientras contempla a través de las gafas un vídeo en el que dicha extremidad se mueve realmente. Aunque no es la suya, su cerebro cree que sí gracias a «una congruencia y una sincronía perfectas» mediante las cuales el paciente se convence de que es él quien realiza el movimiento. Esto eleva su motivación y alegría y contribuye hasta en «un 90% del tratamiento» para mejorar progresivamente su recuperación. Con un entrenamiento diario y gracias a una repetición exitosa, el sistema nervioso reaprende a moverse, reforzando las conexiones entre neuronas y la plasticidad se vuelve positiva. En el futuro incluso se sustituirán los mandos por guantes y sensores para que la sensación del paciente sea más real.

Sin embargo, no todas las personas pueden ser sometidas a este tratamiento pues, según esta experta, se necesita «capacidad de imitación» es decir, que su sistema de neuronas espejo estén intactas y voluntad de dejarse engañar, puesto que el engaño del cerebro es la base de esta técnica. Se notan cambios sensitivos, después de trabajar mes y medio durante cuatro días a la semana.

En la Universidad de Tel-Aviv (Israel), un grupo de científicos, descubrieron una terapia con gafas de realidad virtual en 3D, para ayudar a personas con movilidad reducida en las manos. Este tratamiento pueda aplicarse a pacientes que están en programas de terapia física tras haber perdido la fuerza o el control de sus manos.

Google-glass

Gracias a los nuevos desarrollos basados en apps, se están obteniendo niveles de seguridad e independencia para personas con distintos niveles de discapacidad visual, desde baja visión a ceguera, al igual que ocurre con los deficientes auditivos y que les permite desenvolverse casi con total normalidad. El Dr. Stephen Hicks, desarrolló una nueva tecnología que hace uso de la visión residual a las personas no totalmente invidentes, mediante la presentación de los objetos cercanos en las lentes de las gafas. Precisamente partiendo del aprovechamiento de la funcionalidad de las gafas de Google, Google Glass, la compañía española NeoSenTec ideó una aplicación, el proyecto asturiano Lazzus, que permitía una asistencia a la navegación de gran utilidad. Con su versión para smartphones,  tiene como finalidad ayudar a personas con discapacidad visual a descubrir lo que se encuentra a su alrededor, generando un campo de visión artificial que transmite información sonora sobre el entorno del usuario y ofrece geolocalización y búsqueda de puntos de interés. Existen tres tipos de tecnología empleada en los dispositivos de asistencia a la navegación ciega: Los dispositivos basados ​​en sonar, sobre todo recomendado para espacios al aire libre, la tecnología basada en la cámara que puede tener como fallos la estabilización de la imagen en movimiento y las variaciones de luz y los dispositivos basados ​​en GPS que son bastante precisos, pero la señal puede quedar interrumpida en determinados lugares.

Además el campo para recomendar la terapia virtual, se está ampliando cada vez más. Los médicos, rehabilitadores y psicólogos ya “recetan” terapias de RV.

Antes de la quimioterapia, puede ser que el oncólogo le aconseje una sesión con RV. Se ha demostrado que los pacientes que hacen estas sesiones, muestran menos alteraciones emocionales durante el tratamiento que los que siguen una terapia psicoeducativa.  Se realizan justo antes de recibir la quimioterapia porque ayudan a bajar la ansiedad, reducen las náuseas, se duerme mejor y tienen más ánimo.

Para los niños que pasan mucho tiempo hospitalizados, existen aplicaciones sanitarias de RV, en las que pueden visitar su casa, hablar o compartir mesa con sus padres, hermanos, amigos u otros familiares sin salir de la cama. De esta forma puedan romper su aislamiento, y tener la sensación de estar en un entorno más cómodo y familiar, en lugar de sentirse encerrados en una habitación, y poder mantener el contacto con sus allegados, e incluso con aquellos que no pueden acudir a visitarlos a la clínica.

Para tratar las fobias las gafas de realidad virtual son una herramienta sencilla y eficaz en psicología, para terapias dirigidas a rebajar la ansiedad y a superar distintas fobias, (como el miedo a las alturas, la claustrofobia, miedo a las agujas, la fobia a volar,  la agorafobia…), ya que permiten a los pacientes exponerse de forma controlada y gradual a esa situación que les provoca tanto miedo en un entorno que parece tan real sin serlo. Además, el psicólogo puede seguir de cerca la reacción fisiológica de la persona en cada momento. Los pacientes abandonan menos esta terapia, porque les genera menos ansiedad

La RV puede ser de gran ayuda a las personas con discapacidad o dependencia, ya que incrementan habilidades cognitivas. Así lo demuestran diversas experiencias que combinan la diversión y el aprendizaje. Para ello han desarrollado un programa basado en RV con videojuegos de salud, destinados a estimular las capacidades sociales, motoras, cognitivas y psicológicas para niños con discapacidad. Los chicos aprenden a expresar sus emociones y ganar autonomía con acciones virtuales que no podrían realizar de otro modo. Tiene la ventaja de ser más atractivo para muchos pacientes, sobre todo para los más jóvenes.Están explorando la aplicación de este tipo de tratamientos en otras enfermedades psicológicas, como el autismo.

Un equipo de investigadores españoles de la Universidad de Valencia, demostraron que el uso de la RV favorece el ejercicio entre los niños obesos.  Para comprobarlo sometieron a los niños a sesiones de paseo y carrera continua en cinta, mientras se sumergían en un entorno virtual. Comprobaron que los niños obesos se divierten y se distraen más con la realidad virtual, lo que reduce la sensación de fatiga.

Para el entrenamiento cognitivo y motor tras un ictus, la RV es aconsejable, porque permite exponer a la persona a las situaciones que tendrá que afrontar en su día a día cuando salga del hospital, sin que sus fallos tengan consecuencias graves. Es una terapia muy útil para la desorientación que sienten los pacientes con alzheimer y demencia senil. Antes de hacer una resonancia magnética también se puede prescribir, porque ayuda a quitar la angustia a los espacios cerrados.

Hoy en día se cuenta con más de treinta aplicaciones para todo tipo de problemas de salud mental –ansiedad, estrés postraumático, TDAH, depresión…– y las diseñan a demanda de los especialistas, y gracias a los smartphones se hace más accesible y económica.

La clave de la realidad virtual es que descompone la imagen en dos ángulos ligeramente distintos, presenta esos dos puntos de vista, y el cerebro lo interpreta como uno solo y así consigue la sensación de mayor realidad, gracias a la tridimensionalidad, que permite poner a la persona en una situación de interés, aislándose dentro de ese entorno y el sujeto interactúa en ese mundo virtual pudiendo entrenar respuestas. Es una tecnología muy empática y, permite progresar más rápidamente en la rehabilitación, porque la inmersión hace que el paciente esté más concentrado y con las simulaciones se consigue que un mínimo movimiento se vea ampliado y entonces el cerebro reciba un refuerzo positivo convencido de haber mejorado y poder abrir nuevos circuitos neuronales.

La efectividad de la RV hace tiempo que está demostrada, pero es ahora cuando comienza a utilizarse en clínicas y hospitales. La RV se encuentra en un momento de boom y «máxima revolución», por lo que «debería darse la mano con la medicina y avanzar conjuntamente», ya que las posibilidades de desarrollo y aprendizaje son «enormes».